domingo, junio 15, 2008

Chile vs Bolivia. Lo que se juega.

Hoy juega Chile contra Bolivia, un partido siempre malo que obviamente no le interesa a nadie más que a los directamente involucrados. Tiene un aire de clásico por todos los problemas y odios nacionalistas que existen entre ambas poblaciones, que yo quiero mar y que yo no te lo quiero dar. El fútbol de selección es claramente un reemplazo de la guerra, en este tipo de enfrentamientos se ve, aunque no siempre es así, hay países que juegan entre sí por que les toca y nada más, otros que tienen grandes rivalidades, pero futbolísticas, como Argentina y Brasil, que me atrevo a decir, sin mayores antecedentes, que si no fuera por el fútbol no tendrían mayores problemas entre sí. Pero bueno, también están estos partidos que son clásicos por cuestiones políticas, por cuestiones sociales, como Chile-Bolivia, Chile-Perú, México-USA. Cada vez que se juega uno de esos partidos lo que está en disputa es algo más que los puntos o el honor, aquí se pone sobre la cancha y entre los pies de los jugadores todo lo que la memoria permita poner en juego, es una forma del boliviano de golpear al chileno que no le cede mar, es como el mexicano se puede vengar de ese yanqui hijo de puta, es la guerra simbólica en que un pueblo vuelve a luchar todas las luchas anteriores, las perdidas y las ganadas, todas aparecen representadas por ese equipo de compatriotas, esos jugadores que también son parte del pueblo, que saben lo que está en juego, pero tratan de obviarlo, mucha presión mata, pregúntenle al fondo del mar.
Hoy juega Chile contra Bolivia, y aunque la expectativa es baja, en ese estadio de La Paz, la tensión se va a poder cortar con un cuchillo, o un corvo, como quieran.

En otras noticias, Turquía le dio vuelta un 2 a 0 a la República Checa y se clasificó a cuartos de la Eurocopa en el mejor partido en lo que va del campeonato.

sábado, junio 14, 2008

Galeano

esto es un extracto de "Dios y el Diablo en Río de Janeiro", un episodio del libro "fútbol a sol y sombra".

Una noche de mucha lluvia, mientras moría el año 1937, un hincha enemigo enterró un sapo en el campo de juego del club Vasco de Gama, y lanzó su maldición:
- ¡Que el Vasco no salga campeón en doce años! ¡que no salga si hay un Dios en los cielos!
Arubinha se llamaba este hincha de un cuadro humilde, que el Vasco de Gama había goleado 12 a 0. Escondiendo un sapo, de boca cosida, en tierras del vencedor, Arubinha estaba castigando el abuso.
Durante años, hinchas y dirigentes buscaron el sapo en la cancha y en sus alrededores. Nunca lo encontraron. Acribillado de pozos, aquello era un paisaje de la luna. El Vasco da Gama contrataba a los mejores jugadores de Brasil, organizaba los equipos más poderosos, peo seguía condenado a perder.
Por fin, en 1945, el club ganó el trofeo de Río y rompió con la maldición. Había salido campeón, por última vez, en 1934. Once años de sequía:
- Dios nos hizo un descuento -declaró el presidente.

miércoles, junio 11, 2008

Un cuentesillo de futbol


Cuento magnífico del gran Roberto Fontanarrosa, famoso escritor, dibujante e hincha canalla; un verdadero crá.


Viejo con árbol
A un costado de la cancha había yuyales y, más allá, el terraplén del ferrocarril. Al otro costado, descampado y un árbol bastante miserable. Después las otras dos canchas, la chica y la principal. Y ahí, debajo de ese árbol, solía ubicarse el viejo.

Había aparecido unos cuantos partidos atrás, casi al comienzo del campeonato, con su gorra, la campera gris algo raída, la camisa blanca cerrada hasta el cuello y la radio portátil en la mano. Jubilado seguramente, no tendría nada que hacer los sábados por la tarde y se acercaba al complejo para ver los partidos de la Liga. Los muchachos primero pensaron que sería casualidad, pero al tercer sábado en que lo vieron junto al lateral ya pasaron a considerarlo hinchada propia. Porque el viejo bien podía ir a ver los otros dos partidos que se jugaban a la misma hora en las canchas de al lado, pero se quedaba ahí, debajodel árbol, siguiéndolos a ellos.

Era el único hincha legítimo que tenían, al margen de algunos pibes chiquitos; el hijo de Norberto, los dos de Gaona, el sobrino del Mosca, que desembarcaban en el predio con las mayores y corrían a meterse entre los cañaverales apenas bajaban de los autos.

—Ojo con la vía íalertaba siempre Jorge mientras se cambiaban.

—No pasan trenes, casi ítranquilizaba Norberto. Y era verdad, o pasaba uno cada muerte de obispo, lentamente y metiendo ruido.

—¿No vino la hinchada? íya preguntaban todos al llegar nomás, buscando al viejoí. ¿No vino la barra brava?

Y se reían. Pero el viejo no faltaba desde hacía varios sábados, firme debajo del árbol, casi elegante, con un cierto refinamiento en su postura erguida, la mano derecha en alto sosteniendo la radio minúscula, como quien sostiene un ramo de flores. Nadie lo conocía, no era amigo de ninguno de los muchachos.

—La vieja no lo debe soportar en la casa y lo manda para acá íbromeó alguno.

—Por ahí es amigo del referí —dijo otro. Pero sabían que el viejo hinchaba para ellos de alguna manera, moderadamente, porque lo habían visto aplaudir un par de partidos atrás, cuando le ganaron a Olimpia Seniors.

Y ahí, debajo del árbol, fue a tirarse el Soda cuando decidió dejarle su lugar a Eduardo, que estaba de suplente, al sentir que no daba más por el calor. Era verano y ese horario para jugar era una locura. Casi las tres de la tarde y el viejo ahí, fiel, a unos metros, mirando el partido. Cuando Eduardo entró a la cancha —casi a desgano, aprovechando para desperezarse— cuando levantó el brazo pidiéndole permiso al referíí, el Soda se derrumbó a la sombra del arbolito y quedó bastante cerca, como nunca lo había estado: el viejo no había cruzado jamás una palabra con nadie del equipo.

El Soda pudo apreciar entonces que tendría unos setenta años, era flaquito, bastante alto, pulcro y con sombra de barba. Escuchaba la radio con un auricular y en la otra mano sostenía un cigarrillo con plácida distinción.

—¿Está escuchando a Central Córdoba, maestro? —medio le gritó el Soda cuando recuperó el aliento, pero siempre recostado en el piso. El viejo giró para mirarlo. Negó con la cabeza y se quitó el auricular de la oreja.

—No ísonrió. Y pareció que la cosa quedaba ahí. El viejo volvió a mirar el partido, que estaba áspero y empatadoí. Música ídijo después, mirándolo de nuevo.

Algún tanguito? —probó el Soda.

—Un concierto. Hay un buen programa de música clásica a esta hora.

El Soda frunció el entrecejo. Ya tenía una buena anécdota para contarles a los muchachos y la cosa venía lo suficientemente interesante como para continuarla. Se levantó resoplando, se bajó las medias y caminó despacio hasta pararse al lado del viejo.

—Pero le gusta el fútbol —le dijo—. Por lo que veo.

El viejo aprobó enérgicamente con la cabeza, sin dejar de mirar el curso de la pelota, que iba y venía por el aire, rabiosa.

—Lo he jugado. Y, además, está muy emparentado con el arte —dictaminó después—. Muy emparentado.

El Soda lo miró, curioso. Sabía que seguiría hablando, y esperó.

—Mire usted nuestro arquero —efectivamente el viejo señaló a De León, que estudiaba el partido desde su arco, las manos en la cintura, todo un costado de la camiseta cubierto de tierra—. La continuidad de la nariz con la frente. La expansión pectoral. La curvatura de los muslos. La tensión en los dorsales —se quedó un momento en silencio, como para que el Soda apreciara aquello que él le mostraba—. Bueno... Eso, eso es la escultura...

El Soda adelantó la mandíbula y osciló levemente la cabeza, aprobando dubitativo.

—Vea usted —el viejo señaló ahora hacia el arco contrario, al que estaba por llegar un córner— el relumbrón intenso de las camisetas nuestras, amarillo cadmio y una veladura naranja por el sudor. El contraste con el azul de Prusia de las camisetas rivales, el casi violeta cardenalicio que asume también ese azul por la transpiración, los vivos blancos como trazos alocados. Las manchas ágiles ocres, pardas y sepias y Siena de los mulos, vivaces, dignas de un Bacon. Entrecierre los ojos y aprécielo así... Bueno... Eso, eso es la pintura.

Aún estaba el Soda con los ojos entrecerrados cuando al viejo arreció.

—Observe, observe usted esa carrera intensa entre el delantero de ellos y el cuatro nuestro. El salto al unísono, el giro en el aire, la voltereta elástica, el braceo amplio en busca del equilibrio... Bueno... Eso, eso es la danza...

El Soda procuraba estimular sus sentidos, pero sólo veía que los rivales se venían con todo, porfiados, y que la pelota no se alejaba del área defendida por De León.

—Y escuche usted, escuche usted... —lo acicateó el viejo, curvando con una mano el pabellón de la misma oreja donde había tenido el auricular de la radio y entusiasmado tal vez al encontrar, por fin, un interlocutor válido—... la percusión grave de la pelota cuando bota contra el piso, el chasquido de la suela de los botines sobre el césped, el fuelle quedo de la respiración agitada, el coro desparejo de los gritos, las órdenes, los alertas, los insultos de los muchachos y el pitazo agudo del referí... Bueno... Eso, eso es la música...

El Soda aprobó con la cabeza.

Los muchachos no iban a creerle cuando él les contara aquella charla insólita con el viejo, luego del partido, si es que les quedaba algo de ánimo, porque la derrota se cernía sobre ellos como un ave oscura e implacable.

—Y vea usted a ese delantero... —señaló ahora el viejo, casi metiéndose en la cancha, algo más alterado—... ese delantero de ellos que se revuelca por el suelo como si lo hubiese picado una tarántula, mesándose exageradamente los cabellos, distorsionando el rostro, bramando falsamente de dolor, reclamando histriónicamente justicia... Bueno... Eso, eso es el teatro.

El Soda se tomó la cabeza.—¿Qué cobró? —balbuceó indignado.—¿Cobró penal? —abrió los ojos el viejo, incrédulo. Dio un paso al frente, metiéndose apenas en la cancha—. ¿Qué cobrás? —gritó después, desaforado—. ¿Qué cobrás, referí y la reputísima madre que te parió?El Soda lo miró atónito. Ante el grito del viejo parecía haberse olvidado repentinamente del penal injusto, de la derrota inminente y del mismo calor. El viejo estaba lívido mirando al área, pero enseguida se volvió hacia el Soda tratando de recomponerse, algo confuso, incómodo.

—...¿Y eso? —se atrevió a preguntarle el Soda, señalándolo.

—Y eso... —vaciló el viejo, tocándose levemente la gorra—... Eso es el fútbol

jueves, junio 05, 2008

Fox Sports, Boca TV, la misma wea.

Es que no puede ser. Me tocó ver el partido de Fuminense vs. Boca por Fox Sports, con comentarios de la gorda Niembro y todo su sequito de masca bolas. Lo único que puedo decir es que Fox Sports Latinoamérica, más que Fox Sports Argentina parece Boca TV. Es que se pasaron, no se podía creer. Antes del gol de Boca los comentarios eran del corte: “están muertos de miedo los brasileños”, “nadie la quiere tener”, “esto lo gana boca”, “la hinchada está silente, sólo se escucha la 12”... el flu estaba clasificado, especuló, es una mala costumbre que tienen todos los técnicos, pero de ahí a decir que estaban desde los hinchas a los jugadores todos recagados de miedo ante la grandeza de Boca... ah bueeeno!... era como escuchar a Solabarrieta transmitiendo un partido de Chile, o bueno, a un relator cualquiera transmitiendo un partido de su selección por una señal nacional, pero esta se supone que es internacional, y no puede venir la gorda pelotuda (?) de Niembro a decir que el arbitro está robando por que cobró una falta clara de Boca a 25 mts. Del arco de Migliore, o por que le puso una merecida amarilla a Riquelme, “aviso que el árbitro se está volviendo protagonista con estos cobros”, que descaro, que vergüenza, o más bien, que falta de ella por parte de la gorda Miembro. Cuando Boca tenía jugadas de peligro todo el staff que transmitía el partido entraba en éxtasis, y ni hablar de cuando cayó el gol, que fue un golazo y que bla bla bla. Uno se podía imaginar al relator a guata pelá, revoleando la camisa y la corbata con una mano y haciédole Pato Yánez a los brasileños con la otra. Mucho. Y bueno, después vinieron los 3 inmerecidos goles de Fluminense, en los que al relator no le salía la “O”... gggoo... o... llll...gggllll... y al final fueron los inmerecidos ganadores, había que aplaudir el esfuerzo de Boca, pero nada se podía rescatar de Fluminense, esos miserables brasileños que de suerte y con la ayuda del árbitro pudieron doblegar la grandeza y la mística de boquita, la figura del partido estaba entre Palermo, Battaglia y Caceres... que repulsivo.
La parcialidad de los comentaristas de este canal es el colmo. Yo entiendo que los principales consumidores del canal son argentinos, por lo mismo no reclamo con que todos los especiales de clásicos, equipos históricos, los mejores partidos, etc. sean en un 99% de equipos che. O sea, jamás se verá un especial de los clásicos de otros países, ni se rescatarán las buenas presentaciones en libertadores que no protagoniza Boca, etc. dale, se las doy, pero en las transmisiones de partidos de la copa Libertadores, que ve toda Latinoamérica, ¿no debieran intentar ser más imparciales?, siendo que los cientos de miles de personas en el continente que quieren ver el partido lo tienen que necesariamente ver por esa señal, ¿es una petición ridícula?... el próximo año harán un especial sobre la campaña de Boca en la libertadores 2008, sobre la eliminación de River, los partidos que dio vuelta San Lorenzo, demás. Pero la televisión como el medio de comunicación que es, no debiera estar manejada por la parcialidad de nadie, y Fox Sports parece decirle a todos los no argentinos que los ven: "jodanse, el canal es nuestro y hacemos lo que queremos con él". Igual no es un tema grave, como pa meter a la OEA, pero de que aburre, aburre.
Hoy deben estar de luto en las oficinas de Fox Sports, Niembro, Closs y Vignolo juegan a la ruleta rusa, mientras titi Fernández y Venedetto se autoflagelan como el rucio loco del código da Vinci, todos quieren morir o incapacitarse antes de transmitir una final de la Libertadores sin equipos argentinos. Ya paren!, manga de aweonaos!.

pd: encontré una campaña por facebook en pos de la imparcialidad de las transmisiones, no puede fallar (?)

miércoles, junio 04, 2008

En las buenas y en las malas Colo Colito


El futbol es un juego, donde se gana y se pierde; pero puta que duele cuando se pierde. Estaba la mesa servida con dos goles de diferencia, pero las cosas no resultaron. El partido pintaba para parejo, hasta que empiecen a patear a Barrios, la flamante nueva contratación. De ahí en adelante, Colo Colo trataba de llegar pero Daniel Gonzales otra vez no dio ningún pase decente. A su vez Everton llegaba a cada rato e incluso hubieron 3 o más palos. En el segundo tiempo viene la debacle, seguimos esperando a Everton y Gonzales sigue cagandola; hubo un gol al primer minuto del segundo tiempo, creo que de Miralles, de ahí en mas una serie de fallas de la defensa alba y los otros dos goles de Everton.

Ha sido un día triste para todos los colo colinos, o sea para todo Chile, mas, hay que sacar lecciones sobre lo sucedido. Colo Colo siempre ha tenido más de la mitad de su equipo con jugadores nacidos en el club; este semestre se compro mucho y mal, me parece que llegó el momento de Caroca, Jorquera, Romo. Ricardo Rojas y Daniel Gonzales no pueden seguir en el club, por favor vayanse cagones .

Simplemente decir que Everton ganó bien y que salió a buscar el partido, en tanto que el Colo no pudo generar futbol por el saco wea de Gonzales y por la patiadura a Barrios ( debería haber salido en el primer tiempo, jugó golpeado todo el partido).

Muchos se reirán ahora de Colo Colo( madres y monjas), pero filo, es de mediocres ya que hace tiempo no ganan nada.

Concluiré con uno de los más famosos cliches del futbol, que es más o menos así: " las cosas del futbol se pasan con futbol" ; el segundo semestre con Magnely, Jorquera, Riffo, seremos campeones nuevamente y si no salimos camepones no importa, seguiremos alentando al eterno campeón; soy del colo desde que tengo uso de razón y lo seguire siendo hasta el día de mi muerte.

" Para mi sigues siendo el eterno campeón, colo colo lo más grande si señor"

martes, junio 03, 2008

¿hoy día es la final?

Entre Toulon, la muerte de un paco, que sorprendentemente era querido, la antesala de la eurocopa que parte este sabado y las transacciones del fútbol chileno, como que quedó bien relegada a un segundo plano.
Bueno, por si se les había olvidado, hoy a las 19:30 juegan en Sausalito Everton y el colo, y está cocinado ya.