Hablemos de fútbol

No se trata de censurar las opiniones vertidas en este buen intento de encontrar - y lo mejor de todo: de confrontar- distintas visiones del deporte rey. Pero cuando esta instancia se tranforma en una escupidera de sandeses, una repartija de necedades o un botadero de mierda, creo, humildemente, que el proyecto tambalea y pierde la idea que lo vio nacer: señores, volvamos a hablar de fútbol. Que Piñera sea un travesti está fuera de discusión, pero el tema de fondo es la capitalización del fútbol. Roman Abramovich nunca fue del Chelsea, Kia Joorabchiam jamás fue hincha del Corinthians. ¿Qué pasa? Quieren dinero. Y lo tienen. ¿La conclusión? Todos disfrutamos de la calidad del fútbol inglés y, en particular, del Chelsea. A pesar de que el club ya no le pertenece a sus socios. Ese es el debate.

Que Guarello y Bianchi sean colocolinos, no es tema de discusión o de denostación (a pesar de que yo también discrepo bastante con ellos, sé muy bien que, tanto Bianchi como Guarello, hacen periodismo desde los quince años y entre otras cosas fueron fundadores de la Revista Triunfo -escuela del periodismo deportivo en Chile-, por ejemplo). Niembro es de Boca ¿Y qué?

La cosa es sencilla, Pellegrini con equipos de verdad ha ganado bastante y ahora está en cuartos de final de la Champions, la UC juega mañana por la Libertadores y tiene muchas posibilidades de clasificar a la segunda ronda, el Colo sigue jugando la raja y la U es puntero del campeonato que, dicho sea de paso, está bastante prendido, hay buen fútbol y es tema digno de comentar.