¿Y Audax?

Creo que desde la aparición de Álvaro Ballero que no me daba tanta vergüenza ajena algo que veía en la tele. Debo admitir que muchas expectativas no tenía, al fin y al cabo, y por mucho que Audax sea un equipazo, son unos chicos en esto de las finales, mientras que los jugadores indios ya llevan 3 este año, y esa diferencia se dejó ver desde el primer minuto. Nada pesó el cansancio acumulado de los jugadores del segundón de la Sudamericana, los itálicos, que nada tienen que ver con los campeones del mundo, no pudieron siquiera equiparar las acciones o el dominio por más de 5 minutos del partido, parece que las piernas albas pesaban menos que la caca en los pantalones audinos.
El equipo de Raúl Toro nos tenía acostumbrados a tener la pelota, jugar por las bandas, explotar en contragolpes letales. ¿y que pasó con eso ayer?, archisabido, se cagaron. Se perdieron nadando en aguas profundas, ellos que están acostumbrados a la orillita, a mojarse hasta las rodillas, metieron la cabeza y se comieron 3 mates. Nada más.
En la primera (y última) final de este clausura, los goles no fueron culpa de Audax, fueron genialidades indias, innegable, pero el planteamiento, la parada del equipo, la actitud del equipo fue una cosa vergonzosa, y eso es lo que critico. Salieron a esperar al colo, a ver “que tan cansados realmente estaban”, a sacarse en cancha el favoritismo que Borghi les dio en la prensa, querían volver a ser el equipo chico que sorprende, les molestó llegar descansados a jugar contra un equipo que lleva casi 2 meses jugando 2 partidos por semana, y más encima, llegando a la final como los grandes, pasando con un robo escandaloso, algo nuevo para ellos que probablemente todavía les tira las sabanas en la noche.
A mi me parece que los itálicos les hacían partido y hasta eliminaban al colo en cualquier etapa de play off previa a la final, pero donde las papas queman de verdad, en la finalísima, estos weones perdían hasta con las universidades.
Felicitaciones a las machis, ya tienen la 25.
Audax: una vergüenza. ¿para que llegar a una final si no se van a atrever a jugarla?.