domingo, abril 08, 2007

La micro pirata a San Carlos


La tarde de Sábado se presentaba ideal para ir al estadio, el partido era en buen horario (16:00), buen clima mas la esperanza de ver al equipo mejorar hacían que este pleito contra Huachipato fuera imperdible. Sabiendo de los problemas del transantiago (((se lo debemos a la eminentes autoridades, ¡¡¡malditas la putas ratas que las parieron!!!, últimamente andar en micro y metro da asco))), procuré llegar mas temprano a escuela militar, así fue, a las 15:05 ya me encontraba en el paradero de la estación de la milicia esperando el minibús, pero al ver como se amontonaba más y más gente y el micro no pasaba, la preocupación me invadía, en rigor dieron la 15:30 y solo paso un minibús “C02”, que es el que lleva a san Carlos, venia lleno y no paró, sin saber que hacer y ya asumiendo que lo mas probable es que no llegaría al pitazo inicial apareció una voz salvadora en el paradero que nos dijo: “a la vuelta esta la micro (una pirata de las amarillas), por 4 gambas al estadio”, no cabían todas las personas así que había que correr para ganar un puesto en la pirata, en efecto a la calle siguiente al paradero nos encontramos con el coche milagroso que nos llevaría al estadio del cerro. El viaje fue lento y tortuoso, al menos 3 veces la micro se chupó, era un tarro y en cualquier momento se fundía, pero los hinchas que repletamos el bus unimos fuerzas, y en cada casi-pana juntamos nuestra fe, ad-hok en semana santa, y hacíamos al tarro andar, aunque en la subida de camino el alba parecía fundirse, todos pujamos, no nos quedaríamos sin ver a nuestro equipo. Debo confesar que al subir al bus sentí un cierto temor ya que dentro del micro los hinchas eran cruzados del pueblo, los que hacen los mayores esfuerzos por alentar a la Kato partido a partido; el olor a marihuana, su jerga y aspecto, hicieron en un principio que mis manos cuidaran mi celular y billetera, pero no fue mas que un mal prejuicio, no eran del colo, su objetivo único era disfrutar de la fiesta que significa ver a la Cato, durante el viaje la popular no hizo mas que cantar, alentar, entretener, y motivar al resto de personas en el bus…
”Sangre, cuchilla y asalto…¡Somos de Puente alto!”, “Ole ole, ole olá, llegó Puente alto quedó la cagáá” se escuchaban fuerte y erizaban los pelos de emoción, otros orgullosos mostraban lienzos a la calle, imposible sustraerse y mi mano golpeaba una ventana al pulso y son de los cánticos, que bonito espectáculo, compartí el viaje con la médula misma de nuestra hinchada, esa de la periferia, esa que en su barrio discute en minoría contra cogoteros y madres, esa que es parte vital del alma de la camiseta cruzada, fácil para ellos habría sido elegir ser hincha de equipos con mas raigambre popular, seguramente sus padres y abuelos no son de la Cato, ¿¿¿entonces que los llevó a ser hinchas cruzados???...fácil, de niños vieron Clase en la camiseta, clase que no involucra dinero ni privilegiada educación, sino clase como una virtud, clase como personas, vieron en la Cato al honor hecho equipo de fútbol, estos muchachos como buenos hinchas cruzados son personas distintas al común, son especiales, con voz y opinión propia, por eso es que cuando su familia y amigos del barrio los huevean y les preguntan ¿y a vo?, ¿por que te gusta la Cato?, ellos de seguro no pierden mayor tiempo en intentar explicarlo, ¿para que?, si el que no lo siente no lo entiende.
(“Vamos Cato, me enamore de ti (de ti de ti de ti), de PENDEJO que me muero por tiii…”).
Al final llegamos al estadio con 10 minutos de atraso, me perdí el 1-0…no me importo demasiado, las emociones vividas y la gran energía presente en la micro con la hinchada popular, valieron de sobra el atraso. Me bajé de ese bus con un tremendo orgullo, casi con soberbia, no veníamos a ver cualquier equipo, veníamos a ver “CATÓLICA”, que es parte de nuestra vida; bajamos corriendo, ninguno quería perder mas segundos, todos ansiosos de entrar al estadio y ver a 11 guerreros con una cruz en el pecho. Mientras compraba mi entrada y comenzaba a meterme en el partido no podía dejar de pensar en lo privilegiado que soy al ser hincha de este club. Como dice uno de los cánticos:
“Gracias a la vida ¡Por ser CRUZADO!, es un sentimiento ¡Descontrolado!...”

3 Comentarios:

At 2:48 a. m., Blogger Pasión por la *7* dijo...

me imagino que pa los hinchas de la catolica debe ser una tortura ir a ese estadio fin de semana por medio, yo no me quejo porque vivo relativamente cerca del monumental y del nacional.

igual tienen que cambiarse debarrio o no pasan de los 5 por partido pooo

 
At 4:30 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

te pasaste a caca weon. Adonde saliste que ser de un equpo x te hace mejor persona. Que weon mas estupido, jurando que los weones de la cato no han flaitiao jamas...tarado culiao = tus dirigentes, entrenadores y jugadores ya estan apuntando al segundo lugar, que weones mas asquerosos.

 
At 3:36 a. m., Blogger Polo Mantilla dijo...

Jajajajajajajaja, la dura que me da risa leer la wea...

 

Publicar un comentario

<< Home