La Vuelta

Apenas terminó el partido nos largamos, y cuando ya íbamos camino a Santiago, alguna extraña razón hizo al chofer volverse hacia el estadio gallina, y meterse por unos barrios pinganillas pintados de rojo y blanco que motivó al bus a cantar “VA-MO A MO-RIR!, vamo a morir, vamo a morir, vamo a morir, vamo a moriiiiiiiiiiir!!!”, pero pasamos incólumes, uufff, nos metimos a la carretera y me dormí, al otro día, a eso de las 4 de la tarde ya todos teníamos el estomago pegado contra la columna, hace rato que veníamos gritando “dale alegría alegría a mi corazón, quiero comerme un pan con queso y jamón!”, así que hicimos una parada en un servicentro ahí nos abastecimos un poco, pero un acto de poca viveza y mucha hambre hizo a unos cuantos giles robar más de la cuenta, o más bien, hasta que la dueña se dio cuenta. Eso nos tuvo varados fuera de una comisaría en un pueblo dejado por el progreso cercano a Mendoza, La Paz o otro cercano, casi un pueblo fantasma. Pero en la plaza vimos unas minas escolares tomando Pepsi y luego llegaron los putitos escolares con más Pepsi, y luego unos pinganillas sin pepsi, pero con Fernet, y todos nos hacían señas, y nosotros les respondíamos, incluso hubo un weon que se llevó el teléfono (el número) de una argentina pa la casa, después los pacos lo bajaron del bus por asomarse por la escotilla a gritar wevadas, pero ya tenía el número, así que ¿qué tanto?. Pero la espera ya me tenía chato, a todos me imagino, y luego vimos unas películas, Corazón Valiente entre ellas, luego supimos que San Martín le había ganado al América, y que como los escoceses pudieron sobrevivir la muerte de William Wallace, los cruzados podríamos revivir de la pseudo-muerte en el Gallinero de Núñez... después supimos que boca le dio vuelta el partido al indio jugando desde el primer tiempo con 10, y ahí ya nos cagamos de la risa, luego, en la aduana vimos los goles, tremendos los de Palacio y Cardozo. De ahí vimos otra película, No Vacancy creo que se llamaba, mala.