A Gritos!... Católica vs San Martín
El apoyo incondicional lo pone la barra, que anoche no dejó de alentar al equipo, incluso cuando los pacos fueron a hinchar las pelotas por un lienzo y le pegaron a una mina, y una comitiva los agarró a tablonazos, por pencas, por que ahí si que actúan los cobardes, pero cuando tienen a un cabro desangrándose hasta la muerte a 3 metros de ellos tienen que esperar que los autorice el Papa, los muy putos.
Yo nunca he sido de gritarle weas de corte putiador a los jugadores, a menos que tu nombre sea Héctor Tapia y tu apodo tito, pero entiendo que los putiadores (que no es lo mismo que puteros) son parte de una dualidad necesaria que se conforma con la barra. En la cancha se requiere apoyo y crítica, aliento y presión, cuando las cosas van mal, que es cuando importa, por que cuando las cosas van bien nadie reclama y todo es fiesta, lo único que se requiere es presencia.
Pero en el espíritu de los insultos, desde Fundadores, donde está la elite económica de la
hinchada, que yo creo que en la barra los deben sentir tan hinchas cruzados como a las madres o las zorras, pero bueh... la cosa es que desde Fundadores las putiás las tiran con yunques a la cancha, y ayer especialmente un hincha se dedicó todo el partido a subir y bajar a Carvallo, como pa agravarle la gastroenteritis, además de emputecer a los jugadores aún más, por eso tras la victoria de anoche el equipo sólo se despidió de la barra, y no del resto del estadio como siempre acostumbra, y el pino le hizo al hincha aquel un corte de mangas (que yo cuando chico le decía “super hoyuo”) que es algo que no acostumbra, pero fue groso. Aguantó muchas cosas durante el partido como para no reaccionar al final, además de el hincha que le gritaba en la oreja, un lienzo pidiendo su salida y una situación que todo técnico sabe que es extrema, cuando la barra empezó a cantar “carvallo ya se va”, a lo que se unió todo el estadio y fue lo que más ruido le sacó a la cancha, junto con la expulsión de Díaz y obviamente el gol, que fue una explosión, que tuvo un “ceatolei” y un “dale oh dale cato dale oh” de secuela, y por supuesto, el relajo, el primer cigarro no tenso de la noche, pero que alcanzo a durar 3 pitias, por que a la cuarta ya San Martín nos estaba pateando un tiro libre al lado del área, pero Medel les quitó la pelota y el arbitro, que el primer tiempo pecó de localista y el segundo de compensador, se la pidió, levantó los brazos, pitazo y listo. La celebración fue con vodka primero y chela después. La dormida estuvo increíble, y adivinen que tal el té y la marraqueta. Pero hoy es un nuevo día, hoy juega el América con River, y si las gallinas terminan de hundir al gigante mexicano, tenemos el paso a segunda ronda casi asegurado.


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